El futbolista Gareth Bale y su futura esposa, Emma Ryhs-Jones, retrasan su enlace por temor a la mafia
La boda del futbolista Gareth Bale tendrá que esperar. ¿El motivo? Las amenazas de la mafia. Quién le iba a decir al delantero del Real Madrid que el enlace con el que siempre había soñado no iba a poder tener lugar. Al menos de momento. La familia de su pareja, Emma Ryhs-Jones, ha recibido diversas amenazas, aunque las advertencias se han centrado en su suegro, según han informado tabloides británicos. El padre de su futura esposa se encuentra en una prisión de Estados Unidos cumpliendo una condena de seis años, por un delito de estafa a nivel mundial cifrada en 2,6 millones de euros. Fue precisamente su puesta en libertad la que marcó la fecha en la que Bale y Emma se darían el «sí, quiero».
Este verano darían el gran paso y el lugar elegido era un auténtico paraíso. La isla de Tagomago, propiedad de Matthias Kühn, novio de Norma Duval, sería el escenario para un día tan especial. Sin embargo, el temor de no poder garantizar la protección a sus invitados ha desembocado en esta decisión. Una determinación que les habrá costado tomar, pues esta no es la primera ocasión en la que la pareja ha tenido que cancelar su enlace. En el año 2012 y a tan solo días de convertirse en marido y mujer, decidieron paralizar todo. El suegro de Bale fue detenido por fraude fiscal, hecho que truncó el deseo de unir sus vidas legalmente.
Ahora, la razón es otra. Una supuesta guerra entre organizaciones criminales ha provocado que el jugador tenga miedo. La seguridad de los Rhys-Jones podría estar en peligro, y es que se ha conocido que la banda que actúa contra la familia de su pareja ha llegado a introducir artefactos explosivos en algunos vehículos e incluso casas que poseen los ascendientes de Emma. Hostilidad que podría estar relacionada con una prima de la novia de Gareth, pues presuntamente huyó a Malasia con una maleta cuyos propietarios pertenecían a esta banda de traficantes. Un equipaje muy variopinto compuesto por drogas, dinero y objetos valiosos conformaban un botín de 1,15 millones de euros.
Circunstancias que ambos superarán apoyándose el uno al otro. Comenzaron su proyecto de vida en común muchos años atrás, siendo el instituto en el que ambos estudiaban el lugar donde se fraguó su amor. Ya convertidos en padres de Alba (4) y Nava (1), ahora esperan a que las aguas se templen para contraer nupcias.